2.15.2006

Todo tan quieto, las calles solas cuando el sol ya se anuncia en la ciudad. Yo regreso apenas antes de que me pegue de golpe el recuerdo de ti, de tu piel de atardecer, de tu cuerpo que se pierde en el horizonte de las sabanas.
Manejar asi se hace imposible, enceguecido aun por el brillo de tu ser que se robo todos los colores para fundirse en la mas pura y blanca luz.
No existen señalamientos viales que me indiquen hacia donde regresar.
"Estas bien" preguntabas, cuando extenuado perdi la mirada en las grietas del techo, tan colmado de tu agriulce sabor que no pude siquiera reaccionar mientras te marchabas, dejandome ahi tendido, desnudo de los pies a los huesos, preguntandome de nuevo como habia llegado hasta ahi.
Al llegar debo fingir, no hay razon para que alguien mas se entere de lo recien ocurrido... no se cuanto tiempo a pasado, sigo perdido, tal vez ni siquiera sea este el lugar hacia donde me dirijo.
Abrir los ojos, un parpadeo despues estoy ante una nueva hoja en blanco, tal vez solo fue el alcohol, aunque aun siento tu presencia... tal vez jamas estuve en aquel cuarto, aunque en mi pecho aun quedan secuelas de tus manos.
Ni siquiera te he conocido, lo que si es que afuera amanece y yo ya debo dormir.

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